En la antigüedad se conocieron varias especies de relojes.Vitruvio habla del reloj de agua o clepsidra, el de aire, el de sol y de otras especies que son desconocidas.
Los egipcios
medían con el gnomon los movimientos del Sol. De igual medio se valía el
ilustre astrónomo para sus observaciones. Las clepsidras y los relojes de sol
fueron inventados en Egipto en tiempos de los Ptolomeos ; las clepsidras fueron
después perfeccionadas por Escripción Nasica según otros por Ctesibio
(discípulo de los oradores romanos medían con ellas la duración de sus
discursos.)
Se cree que los
grandes relojes de pesas y ruedas fueron inventados en Occidente por el monje
Benedictino Gerberto (papa, con el nombre de Silvestre II,hacia finales del siglo
X) aunque ya con alguna anterioridad se conocían en el Imperio bizantino.1
Según otras fuentes, el primer reloj de que habla la historia construido sobre
principios de mecánica es el de Richard de Wallingford, abad de San Albano, que
vivió en Inglaterra hacia 1326, pues al parecer la invención de Gerberto
(después Silvestre II) no era más que un reloj de sol. El segundo es el que Santiago
Dondis mandó construir en Padua hacia 1344 y en el cual según refieren se veía
el curso del sol y de los planetas. El tercero fue el que había en el Louvre de
París, mandado traer de Alemania por el rey Carlos V de Francia.2 El
antepasado directo de estos instrumentos podría ser el complejo mecanismo de
Anticitera, datado entre 150 a. C. y 100 a. C.1
En España, la
noticia más antigua de la instalación de un reloj de torre data de 1378, cuando
se recogen en un documento las condiciones establecidas entre el cabildo de la catedral
de Valencia y Juan Alemany, maestro de relojes procedente de Alemania, para
realizar un reloj de esfera grande para ubicarlo en el antiguo campanario.3
Dentro de los relojes mecánicos considerados los más antiguos del país se
localiza el reloj «seny de les hores» que fue instalado en la catedral de
Barcelona en 1393; el del campanario de la iglesia de San Miguel de la villa de
Cuéllar (Segovia) que fue arreglado en el año 139545 y finalmente en la catedral
de Sevilla otro en 1396, cuya inauguración tuvo lugar el 22 de julio de 1400 en
presencia del rey Enrique III de Castilla.6
El primero que
imaginó construir relojes de bolsillo fue Pedro Bell de Núremberg; su aspecto
les valió el nombre de «huevos de Núremberg». En 1647, Christiaan Huygens
aplicó a los relojes de torre o de pared el péndulo, cuyo descubrimiento se
debe a Galileo. El mismo físico aplicó en 1665 el muelle de espiral a los
relojes de bolsillo. En 1647, el ginebrino Gruet, residente en Londres, aplicó
al reloj la cadenilla de acero que sirve para transmitir el movimiento del
tambor al cono, sustituyendo a las cuerdas de vihuela empleadas hasta entonces.
Dos años después se inventaron los relojes de repetición.
Hay una gran
variedad de tipos diferentes de relojes. Actualmente los relojes personales son
en su mayoría mecánicos y electrónicos, ya sean analógicos o digitales,
funcionan con una pequeña pila eléctrica que mediante impulsos hace girar las
agujas (relojes analógicos) o marca los números (relojes digitales).
Existen gran
cantidad de relojes mecánicos para uso personal (de pulsera o de bolsillo) o
general (relojes de pared y antesala). Los relojes mecánicos se estiman y
valoran más que los electrónicos a pesar de su menor exactitud y mayor precio;
ya que son considerados por los expertos como obras de arte mecánicas.
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